miércoles, 4 de enero de 2012

INTRODUCCION

En assasins creed la hermandad, para que os sirva de mas facilidad:
Ezio Auditore regresa con sus fuerzas intactas para la tercera entrega de las series Assassin's Creed. El multijugador es el mayor atractivo del título en cuanto a novedades, pero por lo que respecta a las fortalezas clásicas de la saga la campaña vuelve a rayar a gran altura. ¿Estás preparado para formar parte de La Hermandad?
A pesar de que muchos dudaban de la viabilidad de lanzar un nuevo Assassin's Creed tan cercano a la segunda entrega de las series, Ubisoft ha vuelto a demostrar que continúa mimando con esmerada atención a su franquicia estrella de la Next-Gen, y nos regala otra joya a la altura de sus dos predecesores.
Con La Hermandad tenemos, sin ningún género de dudas, el videojuego más completo que la franquicia nos ha deparado hasta ahora. Un título que quizá no goce del formidable impacto que generó el primer Assassin's Creed ni tampoco de la sorprendente frescura del segundo; pero que sí es el mejor juego de aventuras puro que hemos podido disfrutar en lo que llevamos de 2010. Sería injusto tildarlo de versión 2.5 por la profunda atención que ha traído consigo su desarrollo, de modo que quizá sea más certero calificarlo de secuela de Assassin's Creed II.

La Hermandad aporta su granito de arena a la franquicia añadiendo el multijugador, una vertiente que debuta con éxito en esta ocasión y que, de seguir progresando, puede marcar la dirección hacia la que se encaminen las series en el futuro. Así que el hipotético Assassin's Creed III nos traerá la "nueva localización, nueva época y nuevo héroe" (Ubisoft dixit) que este capítulo no ha traído consigo, pero esta tercera parte real deparará un buen número de horas de formidable entretenimiento que definitivamente está a la altura de la saga y que ningún aficionado al género de aventuras/acción debe dejar escapar.

Assassin’s Creed: La Hermandad
La maravillosa saga Assassin's Creed está aquí de nuevo. El eterno conflicto entre Templarios y Asesinos tiene su nuevo episodio en La Hermandad.
El Chico de Oro -La Historia-
En primer lugar hay que dejar claro que Assassin's Creed: La Hermandad recoge la historia exactamente en el punto en el que lo dejó la segunda entrega de las series, de modo que es muy interesante que para entender todas las tramas y personajes que toca la narrativa hayamos terminado Assassin's Creed II. Y empleamos las palabras "muy interesante" y no "imprescindible" porque el videojuego emplea un prólogo a modo de enlace entre uno y otro título que nos permite estar más o menos al tanto de la historia, al menos de los puntos más candentes de ella. El haber concluido la segunda parte nos ayudará a entender la relación entre Ezio y Caterina Sforza, a conocer a sus familiares y a entender mucho mejor la historia, pero como decimos el juego es igualmente disfrutable sin estar al tanto de todo ello.

De igual modo la condición de secuela directa de la segunda parte en el tono narrativo no nos permite hablar con claridad meridiana sobre el argumento para evitar los siempre molestos spoilers, de modo que únicamente comentaremos que tras abandonar El Vaticano y regresar a nuestra villa con la sana intención de recuperar nuestra vida, Ezio verá como todo su mundo se viene abajo. Los Borgia atacan Monteriggioni con toda su furia, y toda la bonanza económica, las mejoras de nuestro personaje y buena parte de los progresos que acumulamos en Assassin's Creed II se van con ellos.

La importancia de Desmond, Lucy y el resto de personajes de la 
época contemporánea crece profundamente en La Hermandad.
La importancia de Desmond, Lucy y el resto de personajes de la época contemporánea crece profundamente en La Hermandad.
A partir de ahí la historia se desarrolla al más puro estilo Assassin's Creed, alternando con habilidad la perspectiva del pasado -Ezio- con la del presente –Desmond-, aunque en esta ocasión concediendo un peso mucho mayor a la etapa contemporánea, y a un foco sobre Desmond más importante de lo que pudimos ver en juegos anteriores. Nadie debe preocuparse puesto que el grueso de la aventura sigue en la época renacentista y en nuestros paseos por la novedosa Roma que debuta en La Hermandad, no obstante esporádicamente deberemos superar algunos desafíos acrobáticos en el pellejo del propio Desmond. Momentos en los que incluso comenzaremos a experimentar una simbiosis entre ambos personajes que comenzó a ser explorada en la segunda parte, pero que es mucho más acusada en esta ocasión.

En cualquier momento, de hecho, tenemos la oportunidad de salir del Animus desde el menú al que accedemos pulsando el botón Start y poder pasear y charlar, algo ya presente en entregas anteriores, sólo que en esta ocasión un símbolo de exclamación en el propio interfaz nos advertirá de cuando haya algo fuera de nuestras memorias que merezca nuestra atención y que haga progresar la historia moderna.

El argumento de La Hermandad, con ánimo de valorar su calidad, es en líneas generales muy efectivo, tiene tanto gancho como el de episodios anteriores y cuenta con un tratamiento del carácter de los personajes algo más detallado. Puede dar la ligera sensación de estar algo atropellado en su exposición en sus primeros compases puesto que la campaña es ligeramente más corta que la de primera y segunda parte, pero el hecho de alternar una y otra época con algo más de frecuencia y el darnos más datos que nunca desde el otro lado del Animus deparan enorme interés al modo historia del videojuego.

Las misiones se suceden con velocidad y mucho ritmo. La presencia 
de personajes conocidos y otros que debutan, pero todos ellos muy bien 
tratados, ayudan a llevar al usuario en volandas.
Las misiones se suceden con velocidad y mucho ritmo. La presencia de personajes conocidos y otros que debutan, pero todos ellos muy bien tratados, ayudan a llevar al usuario en volandas.
Élite de Criminales -Campaña Individual-
Con La Hermandad podemos estar hablando de la que es, probablemente, la entrega más redonda de las series Assassin's Creed en cuanto a sus virtudes jugables. El motivo es que pese a que en realidad los cambios a simple vista no parecen demasiados por lo que se refiere a la campaña, el pulido de unos y otros elementos de ésta ha sido máximo, y de este modo logra atesorar un ritmo trepidante y más efectivo que en episodios anteriores.

El principal cambio hace efecto al tempo. La ciudad de Roma es más grande que cualquier otra urbe que hayamos visto hasta ahora en las series, pero las misiones tienen una disposición mucho más compacta y se presenta la opción de poder hacer viajes rápidos a través de túneles, de modo que la campaña da una sensación casi constante de mayor velocidad en su exposición y de contar con una cadencia mucho más trepidante que en entregas anteriores.

A esto contribuye también el debut de los caballos en interiores. Roma es el principal foco de atención de la campaña, y es ahí donde pasaremos prácticamente el 90% del total de la aventura, de modo que parecía lógico recuperar las monturas que tradicionalmente servían únicamente para exteriores y aplicarlas también a las zonas urbanas. Así pues será habitual ver a ciudadanos paseando por las calles de la capital de Italia a lomos de sus jamelgos, y protagonizar a lomos de los animales espectaculares persecuciones entre los edificios y las ruinas de la ciudad a caballo o perseguidos por caballos. Algunas de las mejores misiones, de hecho, tienen a estas majestuosas bestias como protagonistas, con fenomenales giros a la fórmula habitual y un sistema de combate a bordo de sus monturas mucho más pulido.

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